Las misiones Apolo y el cohete Saturno V son un cúmulo de superlativos, creaciones e ingenios únicos; que fueron indispensables para poder lograr una de las más grandes hazañas de la humanidad, poner a los primeros seres humanos en la Luna.
Este es el mes del proyecto Apolo, en este mes hace 50 años un grupo de personas culminó un proyecto épico que tomo menos de una década en realizarse, pero que seguramente seguirá recordándose por siglos. Enviar una tripulación a la superficie de nuestro satélite natural, la Luna. Y fue en un día como hoy, Julio 16, en 1969, cuando la tripulación del Apolo 11 partió hacia la Luna, para coronar esta hazaña, al efectuar el primer alunizaje.
Yo me considero parte de esta generación, la generación espacial, que transformó las fantasías de niños y adultos, haciendo predominante el interés por la ciencia y la ingeniería. Es en esta década que incluso la televisión, aún en su infancia, comenzó a transmitir programas memorables como Star Trek (1966); Que sin duda parte de la inspiración y motivación para presentarlo tiene que ver con la ferviente actividad que en esta época se vivió debido a el activo programa espacial.
Los retos del proyecto Apolo
Este proyecto realmente empujó al límite las capacidades de la ciencia y tecnología de la época, y es en de gran interés conocer las historias de como este proyecto fue evolucionando. Y como su diseño provocó grandes saltos en el desarrollo tecnológico, al enfrentar los retos que implicaban esta misión. He aquí algunos ejemplos:
El Módulo Lunar fue llamado como tal, debido a que no era solo una nave, este era en sí un par de naves en tándem; una que se utilizaba para el descenso, y sobre esta, otra que se usaba para el ascenso, usando el módulo de descenso como plataforma de lanzamiento, esto significaba que la cabina tenía que poder controlar además de la dirección, la propulsión de cada una de estas dos naves. Por ello, el módulo lunar tenía dos motores, uno para cada una de estas maniobras.
Tanto el Módulo Lunar como el Módulo de Comando, como parte de sus múltiples sistemas, cada cual tenían una de las primeras “mini-computadoras” de la historia. Esta computadora, que fue desarrollada antes de que el primer microprocesador comercial fuera liberado (Intel-4004 en 1971). Aun cuando tenía capacidades limitadas, la “Computadora de dirección Apolo” no deja de ser una maravilla tecnológica, ya que tenía características que eran únicas para su época, como la capacidad de recuperarse de errores fatales y continuar su operación después de una falla. Problema que en efecto sucedió en la misión Apolo 11; cuando esta se “sobrecargó” por la información del radar activado durante la operación de descenso.
Computadora en misiones Apolo (Wikipedia.org)
Los Motor-cohete de la primera etapa que impulsaron el cohete Saturno V son hasta la fecha los más potentes que se han creado, esta etapa requería de cinco de estos motores durante el inicio del lanzamiento.
Motores F1 de las misiones Apolo (nasa.org)
El almacenamiento del combustible (Hidrogeno), y comburente (Oxigeno), usados durante la segunda etapa de cohete, presentó serios retos de ingeniería; ambos debían mantenerse en estado líquido a -253⁰C y -183⁰C respectivamente. Además de necesitar mantener estos fluidos a estas bajas temperaturas, la diferencia en temperatura entre estos, (de 70⁰C), requería de un aislamiento muy eficiente, pues esta diferencia en temperatura representaba un gran riesgo, considerando que el Oxígeno podría afectar la temperatura del Hidrógeno, y causar que el Hidrógeno se gasificara; efecto obviamente no deseado.
Segunda etapa del Saturno V (nasa.org)
Inicialmente el plan para llegar a la Luna era usar el método de “ascenso directo” lo cual requería un cohete mucho más potente (denominado como clase “Nova”), Este fue el método que incluso Wernher von Braun, experto en ciencia espacial de EE. UU., consideró. Mas una idea radical, fue presentada por John Houbolt, usando la propuesta de Yuri Kondratyuk, Ingeniero Aeroespacial Soviético. Este método se denominó “Encuentro de órbita Lunar” (Lunar orbit rendezvous); e involucraba el encuentro y acoplamiento de dos naves espaciales mientras se encontraba en órbita lunar; maniobra muy arriesgada pero que permitía ahorrar una inmensa cantidad de peso; factor crítico en las misiones Apolo.
El método de “Encuentro de órbita Lunar” (Lunar orbit rendezvous); Método que implicaba el encuentro de dos naves mientras se encontraban en órbita lunar; maniobra muy arriesgada pero que salvaba una cantidad muy considerable de peso; método que se utilizó en estas misiones, resolviendo algunos problemas de peso, factor crítico en las misiones Apolo.
Módulo lunar – en encuentro de órbita Lunar (nasa.org)
Los legados de las misiones Apolo
Las misiones apolo aportaron multitud de avances en la ciencia y tecnología, los cuales aún tienen mucho impacto en nuestra vida diaria, aún después de 50 años. Aquí algunos ejemplos:
Electrónica; esta tecnología tuvo un gran avance debido a las misiones Apolo, un ejemplo es el uso de PCB’s (Printed Circuit Boards), las placas donde los componentes electrónicos son ensamblados, método que todavía es de uso comune en cualquier dispositivo electrónico hoy en día, y que fue un desarrollo de este programa, considerado para mejorar la miniaturización y peso de los equipos electrónicos.
Circuito impreso – PCB (bussinesstown.com)
Calzado vulcanizado; en su mayoría, los tenis que usamos hoy en día no usan costuras, sino un sistema de termosellado, que ahora se usa comúnmente en ropa y zapatos tenis; este proceso fue desarrollado y usado en las botas que se usaron en los trajes espaciales utilizados durante las caminatas
lunares.
Fibras sintéticas; uno de los primeros usos de fibras sintéticas fue en los mismos trajes espaciales usados en las misiones Apolo; estas fibras permitían tener un traje muy ligero y con muchas capas, las cuales permitía regular la temperatura del cuerpo de los astronautas, una de estas capas usaba un sistema de circulación de agua, algo similar a un radiador de auto, pero para todo el cuerpo. Otro ejemplo es el uso de “Mylar”, fibra con material metálico que se usa como aislamiento y protección contra el frío o el calor, como las “mantas de emergencia” que podemos obtener hoy en día, precisamente para situaciones de emergencia.
Equipo médico; Los astronautas de misiones Apolo tenían un monitoreo continuo de sus signos vitales, y sus trajes también contaba con un pequeño módulo que podía dar un “shock eléctrico correctivo” en caso de emergencia. Básicamente estos fueron los primeros desfibriladores portátiles.
Relojes de cuarzo; Para mantener un sistema de relojes que no fuera afectado por la ausencia de gravedad, se desarrollaron los relojes basados en osciladores de cuarzo; método que es usado hoy en día en múltiples relojes.
Otros desarrollos heredados de la misión Apolo incluyen métodos para mejorar el tratamiento y la purificación del agua, los sistemas miniaturizados para bombas de vacío que son usados hoy en día en aspiradoras portátiles, o las fibras usadas en trajes de bomberos. Todos ellos parte de la tecnología heredada del programa espacial.
Nueva visión
Mas creo que el más grande legado de las misiones Apolo es la nueva apreciación y comprensión de nuestro planeta, proveyendo las mejores imágenes de la tierra jamás vistas. Aquí en la tierra vemos a nuestro planeta como un vasto y casi interminable lugar; pero al verla desde el espacio, se hace evidente su fragilidad y una imagen de ligereza, notando cuan pequeño luce comparado con la vastedad del cosmos; estas misiones dieron una nueva perspectiva de lo que significa nuestro planeta, nuestra única casa en el espacio; un lugar magnífico y frágil cuando se ve desde esta perspectiva.
Aún recuerdo que, durante mi niñez, disfrutaba mucho de un programa llamado La gran canica azul. Serie de TV para niños que presentaba historias de otros niños alrededor del mundo; el programa tomo este nombre en referencia a la foto llamada así “Blue Marble”, foto tomada por la tripulación de la misión Apolo 17 mientras viajaban a la Luna en Diciembre 7, 1972.
“Blue Marble”, Apolo 17 (nasa.org)
Las misiones Apolo son, en mi opinión, el mejor y más positivo ejemplo de la realización de una visión común y el resultado de un trabajo y compromiso conjunto que, aunque inicialmente pudiera haber tenido un objetivo diferente, al final inspiró a un enorme grupo de especialistas que dieron lo mejor de sus talentos para resolver la multitud de retos que esta misión representó. Para mí es, sin duda, la mayor y más audaz visión en la historia.
Saludos
Alex, ScienceKindle!
